Entender que una persona que queremos ha muerto esto nos puede llevar tiempo. Pero a veces ocurre que ha pasado demasiado tiempo y seguimos sintiendo su pérdida de una forma desgarradora o que nos es insoportable poder superar esa pérdida.
“Duelo” significa dolor e implica que debemos transitarlo, pasando por una serie de etapas o fases o realizar una serie de “tareas emocionales” que nos ayuden a encajar la nueva situación. Tenemos que elaborar cómo restablecemos nuestra vida sin esta persona, y recomponer todo a partir del momento en que se pierde.
Si bien la terapia psicológica, al igual que cualquier otro tipo de tratamiento, no puede evitar que sintamos dolor cuando vivimos estos acontecimientos, si nos ofrece un respaldo, acompañamiento y dirección a través de diversas técnicas, que cumplen el propósito de transitar el proceso con menor sufrimiento y, sobre todo, nos ayudan a poder encauzar y normalizar (hacer funcional) nuestra vida.
Hay muchos tipos de duelo, ya que duelo no es sólo el fallecimiento de una persona. Duelo puede ser:
- Una separación de pareja.
- Pérdida de un trabajo.
- Un aborto
- La dificultad de concebir un hijo / Problemas de fertilidad.
- Cambios en el ciclo de la vida, por ejemplo la Menopausia.
Hay incluso situaciones en las que el duelo se realiza de forma un poco distinta debida a las circunstancias de la muerte de la persona. Por ejemplo:
- Una muerte por suicidio.
- Una muerte por COVID-19.
Es difícil poder detectar cuando un duelo se está convirtiendo en algo patológico. De ahí la importancia de acudir al psicólogo para que nos ayude a distinguirlo y elaborarlo de la manera más adecuada posible.